La historia de nuestro cacao mental

1997

Sin saber cómo, y puestos de chocolate hasta las cejas, nos liamos el mandil a la cabeza y construimos una fábrica de sueños. Un obrador lleno de ilusión, nuevas ideas y una visión libre y transversal. Nuestro lema: prohibido aburrirse. Menudo cacao montamos…

2000

Con una sonrisa de oreja a oreja, fruto de las endorfinas y el empacho de chocolate, decidimos abrir nuestra primera tienda física. Necesitamos compartir el estado de enajenación mental transitoria que provoca la semilla, el cacao que montamos cada vez que nos reunimos para consumirla y celebrar que nos han dado nuestro primer premio: Best Packaging 2000! Se nos acumulan las alegrías. Subidón, subidón.

2001

La creación genera ansiedad por un tubo y nosotros tenemos 4 que no duran nada... No podemos más. Decidimos dar un paseo para calmar los ánimos y en el camino conocemos a unos sabios japoneses que nos invitan a una sesión de Tai-chi. Nos calmamos bastante. Como muestra de agradecimiento decidimos unir nuestros saberes: Chocolates por un tubo, 4 sabores distintos y un manual de instrucciones para alargar el placer de dar de comer a tu cuerpo mientras relajas tu alma practicando este arte milenario de meditación asiática. Pero es difícil cuando el éxito te persigue. Seguimos recibiendo premios por los diseños de nuestros packaging: Anuaria 2001 en Barcelona, FAD Awards 2001 en Londres y Award of Excelence Comunication Arts 2001 en California. Vamos a morir de éxito o de sobredosis de chocolate. Qué presión!!!!

2003

Y entonces vemos la luz, nos damos cuenta de que somos bestiales y estamos felices como perdices. Siempre nos ha gustado compartir, así que decidimos transmitirlo a grito pelado. Puedes entrar echo polvo en cualquiera de nuestras tiendas - la vida es dura - pero sales siendo muy feliz. Seguimos con el rollo asiático: Si tiene remedio no te preocupes y sin no lo tiene ¿para qué te vas a preocupar?

Nuestra bolsas lo dicen: Don’t worry BE HAPPY.

2004

Entramos en la Era del Buen Rollo. Aparecen los vuelos Low Cost y hacemos viajes estelares a otras dimensiones. Pero sin catering durante el trayecto, nuestros estómagos se convierten en agujeros negros. Llegado ese momento de éxtasis todos dicen: Que vuele, que vuele. Y en un acto de fe, en plena visión mariana, creamos la bandeja celestial, para calmar nuestras necesidades más básicas durante el viaje, porque… Chocolateando siempre se pasa el tiempo más rápido.

2005

Recogemos lo que sembramos, por innovar, por compartir, por arriesgar y por reírnos de la vida y de nosotros mismos. Lo llevamos haciendo muchos años, pero es que en este caso nos dan el Premio Príncipe de Asturias. ¿Nos tomamos un bombón a la sidra para celebrarlo? La bandeja celestial debe tener efectos secundarios, porque seguimos flotando.

2007

Cuando queremos darnos cuenta y posamos los pies en el suelo, hemos llegado a una plantación de cacao en África. Recordamos nuestros orígenes y los sabores más auténticos. Los humildes lugareños nos enseñan algunas curiosidades sobre el cultivo y volvemos a Barcelona llenos de nuevas ideas. Además hemos hecho un montón de amigos en la tribu y hemos aprendido Zulú Bantúe. Os lo contamos todo en la campaña UMKHUBA* mientras nos comemos los últimos vivieres de chocolate. Menuda aventura.

2009

La vuelta de África ha sido como el viaje iniciático de los Beatles a La India. Nada volverá a ser como antes. La sensualidad africana despierta nuestros instintos. Sentimos vibraciones y sensaciones turbadoras. No puede ser, el chocolate habla. Un par de bombones se pasean sensuales entre varias cajas de surtidos. Dicen que son expertos en placer. Las placas los oyen y se parten de la risa. No damos crédito a lo que estamos viendo ¿habremos consumido demasiado chocolate? Ante la duda, y por si acaso, decidimos ampliar nuestra estrategia de negocio y creamos una línea 902 para que nuestros productos se sientan realizados  y se insinúen a sus anchas. Toda una campaña de Plesaure Experts. Qué alegrías nos da la primavera…

2010

Recibimos tantas llamadas al 902 110 759, que nos vemos forzados a expandir nuestros dulces placeres por todo el territorio nacional. Tiendas y más tiendas llenas de endorfinas afrodisiacas. El aumento de tamaño resulta agradablemente embriagador y sí… importa. Por eso nos crecemos aún más cuando nos dan  el Red-Dot Design Award “Hight Design Quality” y el ED Awards en el mismo año. Cada vez que ganamos un premio nos inventamos un nuevo sabor, el sabor de la victoria.

2011

Y mientras nos crece el ego con tanta tienda, el mundo se desmorona. Dicen que la vida son ciclos que se repiten. Será el karma o la necedad humana (con un 77% de cacao mental vamos bastante perdidos). El caso es que llega la guerra de Irak,  y nuestra naturaleza libre nos hacen salir a la calle como en mayo del 68, gritando bolsa en mano: ¡Peace, Love and Chocolate! Cuando las cosas se ponen feas, lo mejor es reinventarse y seguir soñando… porque soñar es vivir sentado en las nubes y eso es lo que hacemos con Vueling esas navidades: Regalar nubes de chocolate. Recomendamos no usarlas como almohada durante el viaje, se derriten con los círculos de baba.

2012

Pero esas nubes tienen algo, es imposible no dormirse. Menudo panorama al despertarnos. Todo el mundo nos mira: La cara marrón, el asiento marrón, el humor marrón… ¿Disimular y salir de incógnito? Inviable. Para superar este momento hay que liarla aún más, así que decidimos renovar nuestra marca empezando por las tiendas. El proceso será largo, lo suficiente para que la gente se vaya olvidando… Del marrón.

2015

Durante el proceso pasamos del blanco al negro, conocemos gente nueva, cambiamos de estrategia y cada tienda se convierte en una obra de kabuki: No hay nada más sugerente que la sombra para potenciar un destello de luz, un suculento bombón, un packaging lleno de endorfinas. No es que nos hayamos vuelto serios ¡es que acabamos de cumplir 18! Y no nos vamos a privar de nada… Queremos poner a prueba cada uno de los 5 sentidos, sobre todo el del “buen” gusto: Skin, Nose, Lip, Mouth, Tongue, saliva. Living Chocolat Sensations.

2016

El desfase nos dura un año. Con tanto uso del sentido - o por la falta del mismo - tenemos los oídos destrozados, los dedos en carne viva, los ojos rojos, la boca seca y nos pica la nariz. Nos escondemos en la cueva para recuperarnos de tanta fiesta y de ese momento intimista nace The Origin, un baúl lleno de energía, de placas de chocolate dulces, amargas, saladas, picantes, frágiles y cambiantes como la vida misma. Un homenaje a nuestro primer producto, el más básico, orgánico y auténtico. Láminas de chocolate, sin moldes, formas infinitas, únicas y distintas. 100% entropía.

2017

Y si volvemos al origen de nuestro ser ¿por qué no al origen del chocolate? Con la mochila al hombro nos vamos a buscar sabores puros de todo el mundo. Atravesamos ríos, descubrimos tesoros, probamos nuevos sabores exóticos y brutales, nuevas mezclas. Lujos asiáticos, africanos y caribeños. Conocemos a un poderoso chamán en méxico, infinitas playas en Papua, bellezones en Venezuela, un imponente volcán en Ecuador y una reserva natural en Tanzania que nos deja locos. De cada sitio nos llevamos una piedrita… de chocolate. Un amuleto que nos protegerá en nuestro viaje. El regreso se hace largo y nos las comemos todas. Seguro que Pulgarcito, Hansel o Grettel nos darían una buena colleja. Pensando en ellos preparamos más cajitas llenas The Amulets.

Somos globales y el mundo es un vividero. Si a nosotros nos va bien, a ti también.

2018

Tree-mendous. Así es nuestro nuevo calendario de Adviento. Tree-mendousamente grande, como el año que nos espera, lleno de nuevos bombones. Marcamos la diferencia con las mejores recetas que hemos creado nunca. Sabores japoneses. Si se te acaban querrás hacerte el Harakiri. Para evitarlo, por favor, pasa por nuestras tiendas y te llenaremos de atenciones bajo la suave sombra del almendro. Y si no puedes, te enviamos The envelope. Deliciosas cartas de chocolate que devorarás mientras lees sus mensajes.

2020

Mascarillas, guantes, alcohol y miedo. El cocktail de la “nueva” normalidad. Las tiendas cerradas. La vida parada. Estamos en primero de apocalipsis y vamos a suspender. No tosas para hacerte el importante porque te ponen una multa.

El mundo digital se acelera. Lo que sucedería en unos años se anticipa y llega ahora.

A partir de aquí esta historia es tuya. No hay nada mejor que comprar chocolate clandestino de madrugada, en smoking y zapatillas… Y lo sabes...

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